El 21 de junio de 2013 se cumplieron 20
años del primer viaje de la empresa CHEVIAL Ltda., uniendo Zapicán con
Montevideo, siendo este un hito para la historia del pueblo, que hoy La
Gazzetta rememora gracias a muchas de las crónicas registradas en sus
páginas, las cuales fueron testimoniando los principales acontecimientos de
este emprendimiento, a lo largo de estas dos décadas.
Para empezar, como siempre lo hemos
hecho, lo primero es destacar el valor que tiene para todos los zapicanenses,
poder contar con esta empresa que brinda un servicio esencial y de primer nivel, que hasta comienzos de los años
‘90 no existía en la zona, como era tener una línea de ómnibus directa a la
capital del país, además de otros destinos.
Hacer una síntesis, utilizando pocas
palabras, no es tarea simple, más al referirnos a un acontecimiento que tiene
muchas anécdotas y recuerdos para contar y que son parte de esta linda historia
que surgió abriéndose camino con mucho sacrificio y esfuerzo, como lo demandó
esta iniciativa que pasó de ser una lejana utopía a convertirse en una grata
realidad.
Entre otros de los testimonios
fidedignos que también son fuente de este humilde trabajo, que pretende
resaltar este importante capítulo de la historia más reciente de Zapicán,
debemos expresar que está presente el aporte de un vecino del pueblo como es
Clemente Lucas Blanco, que ha sido parte de la empresa desde el primer día y
hasta la fecha y además las palabras del actual propietario de CHEVIAL,
el Sr. Daniel D’Alessandro, a quien hemos entrevistado en más de una ocasión,
compartiendo con nosotros muchos de los hechos que aparecen en esta nota, a
través de la cual veremos que para poder disponer de este medio de transporte,
no fue tan sencillo y hubo que enfrentar muchos desafíos, que existían al
comienzo y que también fueron apareciendo durante el camino.
Al viajar imaginariamente hacia atrás
en el tiempo, recordamos como comenzó esta historia, llevándonos en principio a
fines de la década de los ‘80, con la desaparición del tren de pasajeros, lo
cual fue un gran retroceso en varios aspectos, pero en particular en el tema de
la locomoción para viajar a Montevideo y a otras localidades.
No hay dudas que no era una época nada
fácil para viajar a la capital del país y fue ahí donde se gestó aquella suerte de
utopía con la que muchos soñaban y que sería la única solución posible que
podía existir para estos habitantes del norte de Lavalleja, que luego de varios
años sin contar con el tren de pasajeros de AFE y de posteriores medidas alternativas, como
eran las combinaciones con otras empresas que pasaban por Ruta 7, pero que no
tenían interés en que al menos una frecuencia entrara a Zapicán, manejando entre
los motivos de objeción el número de habitantes que
tenía la población y que la Ruta 14 estaba en muy mal estado, hubo un
trascendente giro que fue una señal alentadora para los zapicanenses.
A partir de ese momento el Sr. Pedro Devoto comenzó a hacer las
gestiones pertinentes, junto con las fuerzas vivas del pueblo, sumándole a esto
el apoyo de diputados y senadores para conseguir la concesión de la línea. De esta forma, con mucho trabajo, se
fueron dando las tratativas y luego de idas y vueltas se logró que fuera
otorgado el servicio de una nueva línea de ómnibus entre Montevideo y Zapicán
por parte del entonces Ministro de Transporte y Obras Públicas, Juan Carlos
Raffo y en el que también fueron importantes protagonistas el primer
propietario de la empresa que fue don Pedro Devoto y entre otros vecinos de la
zona el Senador Julián Olascoaga.
Luego de aproximadamente un año y medio de esfuerzos, se logró conseguir
a la postre que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas le adjudicara a la
flamante empresa CHEVIAL Ltda. la línea Montevideo-Zapicán.
El sueño tan largamente anhelado de a poco empezó a tomar forma,
desatando los primeros gestos de felicidad en los zapicanenses el día previo a
la partida, el domingo 20, cuando todo el pueblo salió a darle la bienvenida al
ómnibus.
La jornada histórica finalmente llegó,
quedando en el mejor de los recuerdos aquel lunes 21 de junio de 1993, cuando
la unidad 326 de CHEVIAL hacía oficialmente el primer viaje directo
entre Zapicán y Montevideo, siendo su conductor
José D´Alessandro, acompañado por el guarda a cargo que era Clemente
Lucas, quien se ha desempeñado en esa función hasta el día de hoy.
De aquel primer día también recordamos
que la agencia estaba ubicada en la calle Artigas casi Treinta y Tres, siendo
su responsable Fernando Rodríguez Arce y los primeros pasajeros fueron el Sr.
Juan Larroza y su esposa, la Sra. Ramona Fernández.
Con estos primeros kilómetros,
comenzaba a rodar CHEVIAL, cuyo nombre era una sigla confeccionada por
su dueño, en honor a los nombres de sus hijos Carina, Hernán, Victoria y
Alicia.
De la misma forma que el surgimiento de
esta nueva empresa no fue tarea simple, tampoco lo fueron los primeros tiempos,
donde hubo muchos obstáculos a sortear, en donde no faltó quienes le dieran
corta vida, pero felizmente se equivocaron.
La competencia del momento era difícil,
pero había que apostar al servicio, a la calidad y a un turno que era el de las
18 hs. desde la capital del país y no solo apostando y pensando en la gente de
Zapicán, sino también de José Batlle y Ordóñez, Nico Pérez, Illescas y Cerro
Colorado, que no tenían locomoción de Montevideo desde las 14:30 hs. hasta las
23:00 hs., siendo esta la época además en donde no existía la Terminal de Tres
Cruces.
Ese turno al que apuntó CHEVIAL de retorno de Montevideo a las 18:00 hs., además
ofrecía otra ventaja que era conectar las rutas 14, 7, 11 y 8, uniendo Zapicán
y Nico-Batlle con Pando e ingresando a Montevideo por Avenida 8 de Octubre.
Otro de los aspectos a valorar, por los cuales también CHEVIAL se
fue familiarizando rápidamente, es que no era una línea de pasada, sino una
empresa con espíritu local, algo que siempre se ha mantenido en su servicio,
con su personal, integrado por varios zapicanenses, sumándose al ya nombrado
Clemente Lucas, otros guardas que fueron alternando en diferentes períodos como
Fernando Rodríguez, Fabián Miraballes, Marcelo Chiribao, Paula Lucas, María
José Faguaga y además entre los choferes, luego del primero que ya nombramos
como lo fue José D’Alessandro, primo del actual dueño de la empresa, también
han pasado otros conocidos como Carlos Fernández Machado, Juan Ignacio
Fernández y Luis Alberto Marichal quien tiene muchos años siendo el conductor.
En estos 20 años cabe además recordar las agencias que han existido,
siendo la primera el Estudio Fotográfico La Lente Loca de Fernando Rodríguez
Arce, trasladándose más tarde el 11 de marzo de 1996 al Bar 1.7 de Fredy Ibarra
y Ricardo Vázquez y desde allí se mudó el 11 de diciembre de 1999 para el
Parador La Casona sobre Ruta 14, donde actualmente permanece hasta la fecha.
A grandes rasgos, esta es la historia de esta empresa de transporte de
pasajeros que con gran vocación, a lo largo de estas dos décadas, ha atravesado
por todo tipo de tramos en la ruta, pero siempre saliendo adelante, en base al
esfuerzo de siempre, para brindarle la mejor atención a la comunidad de
Zapicán y la zona, la que sin dudas valora este emprendimiento y agradece la suerte de
poder contar con este vital servicio que brinda desde hace 20 años CHEVIAL.