Rumbeando hacia el siglo y cuarto de vida va
nuestro querido pueblo de Zapicán, que este 30 de mayo celebra sus 124 años. Con
paso lento, pero sin detener su marcha en el camino, sigue hacia adelante
alimentando su rica historia.
Haciendo honor al nombre con el cual fue bautizado,
en homenaje al legendario cacique charrúa Zapicán, reconocido por su serenidad
en el combate, nuestro pueblo avanza en el tiempo y se mantiene firme en su
resistencia ante lo adverso que le ha tocado vivir.
Precisamente el hecho de resistir frente a tantas
adversidades y necesidades que conspiran en su contra, es una característica
que ennoblece su existencia y resalta esa virtud que ha tenido en un campo de
batalla, donde ha estado prácticamente solo y sin que nadie desde afuera le de
una mano.
Así han sido las últimas décadas de nuestra
sociedad, que al mirar no muy atrás en el tiempo ha visto el cierre de oficinas
y la pérdida de servicios, pero sin embargo y a pesar de todo esto, sigue siempre
mirando hacia adelante y sin perder la esperanza de que algún día tengamos un
futuro mejor.
Aunque la realidad a veces nos de otras señales,
donde el panorama no es alentador para nosotros, los zapicanenses de todas
formas nunca bajamos los brazos y no dejamos de soñar, bregando por un mejor
bienestar para nuestro pueblo.
Esa actitud de no perder nunca las esperanzas es la
que nos mantiene con vida, pero sin
dudas no hay que obviar que también por otra parte se necesita trabajo y
soluciones de parte de nuestros gobernantes y autoridades en general para que
dejando de lado los discursos, den respuestas en los hechos a lo que el pueblo
necesita.
Es verdad que se
han hecho cosas en todos estos años, pero sin dudas quedan muchos logros
postergados por alcanzar para que Zapicán pueda pensar en un futuro digno para
sus habitantes y es un anhelo que tiene esta comunidad con 124 años de vida.